(eldiestro.es) Es estremecedor que, con lo que estamos viendo, políticos, una gran parte de la comunidad científica y de la sociedad, permanezcan impasibles ante la hecatombe de muertes y lesiones que están provocando las inoculaciones. Desconocemos si es por el grafeno que ya tienen en su cerebro, si ya venían así de fábrica o si el miedo a que a ellos les pueda pasar lo mismo, les está provocando una especie de problema psicológico que les lleva a mirar hacia otro lado. Pero la realidad es que el mundo está viviendo un drama de muertes y de lesiones provocados por el brebaje y aquí no parece pasar nada.

El epidemiólogo y cardiólogo, Dr. Peter McCullough, daba una conferencia el pasado día 8 de abril organizada por OPTIMIST (Ofreciendo Medicamentos Intervencionistas Terapéuticos Preventivos Aumentando la Seguridad y la Confianza) Bahamas. En esa conferencia, McCullough hablaba sobre las inoculaciones y los gravísimos efectos secundarios que estas están provocando sobre la población en general, centrándose en la estadounidense, en particular.

Además, advirtió, que, “según nuevos artículos científicos que se están publicando, el recuento de muertes en los EE. UU. por los pinchazos podría ser mucho más alto de lo que ha documentado el VAERS (Sistema de Informe de Eventos Adversos de Vacunas)”. También afirmó que “mirando este informe de VAERS con 12.000 estadounidenses que han muerto  después de recibir una inyección, la vacuna COVID-19 es peor que una guerra. Es peor que la mayoría de las guerras. El 86% de las veces, el informe lo hace un médico, una enfermera o un profesional de la salud que cree que la vacuna provocó el problema”.

También desveló que un informe publicado recientemente ha revelado que el número de muertes que prevén, según las datos iniciales, podrían provocar estas inoculaciones en Estados Unidos podría llegar incluso a alcanzar la cifra de “187.000 estadounidenses que pierden la vida después de la vacunación”.

Dense cuenta de lo que estamos hablando. Dense cuenta de la enorme cantidad de muertes que podríamos ver tras esta locura generalizada a la que estamos asistiendo. Es absolutamente terrible y dantesco. Y sigue sin pasar nada…