Cuando niño, mi madre me llevó a Purén a visitar a su tía María Maldonado Vásquez. La tía abuela María Maldonado; en esa época tenía más de 100 años, era bien bajita, sus cabellos increíblemente oscuros (a pesar de su edad).
Ella había nacido en Cañete allá por 1851/52, al igual que sus hermanos Gregorio Maldonado Vásquez, y Gerónimo Maldonado Vásquez ( este último, mi abuelo y el menor de los hermanos, fallecido a los 46 años en 1916, en el hospital “San Esteban de Cañete”; había nacido en 1870).
Cuando niño, mi madre me llevó a Purén a visitar a su tía María Maldonado Vásquez. La tía abuela María Maldonado; en esa época tenía más de 100 años, era bien bajita, sus cabellos increíblemente oscuros (a pesar de su edad).
Era tradición del Centro de Estudiantes de Cañete, que la directiva cambiara todos los años, y generalmente pasaba para familias cuando había en ellas más de un estudiante secundario o universitario.
Así fue como en 1960, El Presidente pasó a ser Miguel Segundo Sáez Maldonado (mi Hermano mayor que era del grupo de los mayores y hacía parte de la Cofradía de las Acciones Macabras), a mi me colocaron como tesorero, y como lógicamente no entendía casi nada de eso, me ayudaba en la contabilidad y estricto orden , mi prima, Aída Maldonado Carrillo, quien pese a ser bien mayor, y no era estudiante, nos colaboraba con cariño con el Centro de Estudiantes, ella sí era del ramo y sabía hacerlo como nadie.
Con el "Poema 60" , el cañetino Eduardo Sáez Maldonado, radicado en Brasil, obtuvo el Primer Lugar en el Tercer Concurso Internacional de Poesía, realizado por la ONG Reencuentro en el litoral de los poetas, Región de Valparaíso, efectuado entre el 22 y 25 de noviembre.
Aunque modestamente reconoce que no es un poeta, su creación literaria inspirada en su esposa, llamó la atención del jurado que tuvo la tarea de elegirlo o nominarlo ganador entre los participantes de Chile, Argentina, Suecia, Uruguay, Brasil, Argentina y Canadá.
Este año cumplimos 50 años de ese juramento, y siempre que volvíamos, nuestro profesor, en el salón de la escuela, y ante el plantel de profesores y alumnos, nos pasaba lista, y respondíamos ‘ PRESENTE SEÑOR”.