Joven y dinámico, perdió su tiempo, lamentablemente, siendo empleado municipal; ganó en todo ese periodo lo que en un mes gana en la tienda que con su hermando Arturo y su padre, don Gregorio tiene junto a su casa. Casó con la señorita Graciela Carrillo, de imponente y agradable figura.
Con su pitillo en la boca y su gesto característico, don Alfredo, ríe con ganas y celebra los chiste malos...
Desde su juventud pertenece al Partido Radical y por fin ha sido Regidor en este período; seguramente le quedará poco tiempo, pero esconde muy buenas ideas para su pueblo.
\r\nPueda ser que las lleva a la práctica, ya que Paulino Viveros, el Alcalde, es hombre de empresa e inteligente, pero le falta el tiempo; a propósito de Paulino, contaré que conseguí con el renombrado pianista, Ramón Parra Román y el poeta Domingo Duque Arrué, compusieran un Himno a Cañete, con música y versos que los encuentro muy buenos; pues bien, Paulino tiene eso bajo llave y a nadie le ha dicho; a mí me dijo que se podía perder y lo curioso que a ninguno le mandó ni siquiera una nota de tres letras de agradecimiento.
\r\nBueno; don Alfredo Aguayo es persona que discute con calor sus ideas; ha sido gran cooperador de Bomberos y muy entusiasta. En la Asamblea Radical siempre ha tenido cargos de responsabilidad y los ha cumplido muy bien. Es un comerciante honrado y de don de gentes manifiesto, aunque a veces, ande con ceño adusto y con cara de pocos amigos. Educado y gentil, sabe tratar a sus semejantes. Diablillo en su mocedad como todos a los que paseo por esta mal hilvanadas líneas, es persona destacada porque a pesar de su juventud, tiene el criterio de un viejo fogueado.