Profesor primario, de vasta inteligencia, ha sido dos veces regidor radical y de los buenos; tiene alto espíritu público y desarrolla obra de bien para su pueblo natal.
Confieso que cuando lo conocí, creí era medio farsantón, pero me engañé; al contrario, peca de modesto; bueno para el discurso, tiene aún mucho que dar y si se dedica más y sale fuera de Cañete. Tiene inteligencia suficiente para ir muy arriba y escalar cargos de responsabilidad y llegar a parlamentario. Casó joven y es hombre de hogar, ejemplar, hace clases además en el que fuera tan vapuleado Liceo Mixto y que hoy es honra para toda la provincia de Arauco, gracias al espíritu visionario de don José de
la Cruz Miranda, a quién yo mucho ayudé en sus primeros pasos de la fundación de este plantel educacional.
Don Mario Lavín, líder de la juventud radical, hace años (no muchos, por supuesto...) es hijo del conocido profesor jubilado don Juan Lavín y por cierto, tiene ascendencia puramente radical. Yo siempre he dicho que lo mejor que hizo don Juan en su vida, fue traer al mundo a don Mario. Y va a llegar bien arriba, si se propone, saldrá de ahí y se perfeccionará más hasta ser catedrático de fuste y envergadura cerebral. No veo aliciente quedarse en Cañete, por más que sea su pueblo natal por adopción. Hay que recurrir a otros aires antes de más raigambre cultural y aspirar a llegar hasta donde sus méritos le llevaran viento en popa.
Así servirán mejor a su provincia y a su gente. Los radicales de valor, como Mario Lavín, deben seguir esencialmente.