ESTAMPAS DE CAÑETE

Alfonso Concha Acuña

VÍCTOR CORREA CORREA

¿Quién no conoce al “Choro" Correa?
Hace muchos años que está en el Telégrafo del Estado; ahora, está, al fin, de Jefe Suplente; se le dice “el Choro” por lo “encachado que es”; modito de macanudo, aunque es malo para los combos y varios le han bajado el moño.
Es hombre bastante inteligente; pero tiene el gran defecto de creer que él tiene siempre la razón... Fue radioperador de la Armada en su juventud y hombre de cartel bueno.
No puede ver la injusticia ni a la gente posera o de encumbrados prejuicios sociales; es valiente para decir las cosas claramente y sea a quién sea las dirige, con un modo ladino y socarrón; es irónico y “buen cumpa”; batallador por su gremio y buen radical; distinguido empleado fiscal, se sabe al dedillo todo en Correos y Telégrafos; capacitado como pocos, es capaz de servir en grandes oficinas. No ama la delicia de ser rico, sino que con su trabajo trata de dar a su hogar todo el bien que puede, sin que lo superfluo halle allí cabida. Lástima que su inteligencia no tenga allí en Cañete un horizonte mayor; ahora tiempo hizo sociedad con Julio Sánchez, para fabricar cuchillos; parece que pelearon y las medias se volvieron calcetas.
Víctor Correa sabe su valer; pudo llegar a ser una persona de mucho más valimento si hubiese salido de Cañete, porque no ha tenido tiempo ni oportunidad de “pulirse intelectualmente” siendo que, como digo, tiene gran capacidad intelectual. Aún es tiempo y ganarían el Partido y la sociedad con él, porque sabe hacerse estimar y se le han quitado ya sus resabios de juventud y hombre reposado, en quién se puede depositar confianza, hasta cierto punto no más...
Sagaz y suspicaz, a veces, la embarra si se le da mucha confianza y, según dice don Pepe Reyes, con dos tragos que se tome, se pone confianzudo y trata de “tú” ... pero es simpático para estar con él; don Manuel Jesús Viveros cuenta una anécdota muy simpática ocurrida frente al Club Social; como fui protagonista, no la cuento, pero el hecho es que el amigo de marras anduvo a mal traer, después de haberse sacado los anteojos, guantes, abrigo, etc, para poder pelear bien. Salud, Víctor Correa ¡apuesto que estaba listo!...
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